Salud Laboral

Riesgos del Sector Pesquero

Según la normativa vigente en prevención de riesgos laborales, la pesca no está considerada como actividad peligrosa, puesto que no se incluye en el listado de actividades que merecen esta consideración (Anexo I del R.D. 39/1999). Sin embargo, la realidad de los accidentes laborales indica lo contrario, puesto que es la segunda actividad con mayor siniestralidad, superada sólo por la construcción. Las causas son muy variadas, pero existen dos factores determinantes a la hora de sufrir esos accidentes:

  • El centro de trabajo es una embarcación, es decir, una plataforma móvil, sometida al oleaje, corrientes, y otros fenómenos propios del medio acuático en que se encuentra, y también a los obstáculos que pueda encontrar en su camino.
  • Se trabaja al aire libre, sometido a todas las inclemencias meteorológicas (vientos, lluvia, sol abrasador).

Estos factores generan unos riesgos inherentes a la navegación, causantes de la mayoría de los accidentes mortales atribuibles a la pesca: hundimientos, varadas, colisiones con otras embarcaciones, hombre al agua,…

La pesca, pues, se realiza en un medio que en muchas ocasiones podemos considerar como “hostil”. Además, las condiciones propias del trabajo también pueden contribuir a incrementar los riesgos. Por un lado, no existen unos horarios definidos, la actividad depende de las capturas. Tampoco se contempla un sueldo fijo, éste también depende de cuánto se pesque y a qué precio se venda en la lonja. El sistema de remuneración se conoce como “a la parte”: las capturas se dividen a partes iguales entre la tripulación; generalmente el barco también recibe la suya.

Nuestro trabajo se centra en la pesca en Galicia, concretamente, en el sector de las actividades pesqueras de bajura (donde se incluyen pesca extractiva, marisqueo, tanto a pie como a flote y actividades en embarcaciones auxiliares de acuicultura, que prestan servicio a las bateas), que posee además unas características específicas que lo distinguen de la pesca de altura. También la pesca gallega posee unas características distintivas frente a la pesca en otras regiones, que contribuyen a determinar las características diferenciales de nuestra flota de bajura. En primer lugar, las actividades se realizan en embarcaciones de pequeño porte, especialmente en el caso de la flota de artes menores o artesanal, y, en ocasiones, de antigüedad considerable. En muchos casos, especialmente en el marisqueo a flote, se trata de embarcaciones de madera, dornas o gamelas, que fueron sufriendo ligeras mejoras, o que directamente se transformaron en planeadoras de poliéster, cuya eslora no excede los 6 metros. El trabajo en estas embarcaciones entraña numerosos riesgos, ya que, a pesar de faenar casi exclusivamente dentro de las Rías o en zonas abrigadas, están muy sometidas a las condiciones atmosféricas y del medio. Además, en muchos casos, llevan a bordo un único tripulante, hecho que agrava las consecuencias de los posibles accidentes, por falta de auxilio.

1. Riesgos de navegación

Como ya se dijo anteriormente, el barco es una plataforma móvil, lo que se traduce en un equilibrio inestable permanente, sujeto a los riesgos producidos por las condiciones meteorológicas y por los obstáculos que aparecen durante la navegación, que pueden ser tanto rocas o bancos de arena, como otras embarcaciones. Existe además un factor que puede contribuir a empeorar las consecuencias de los accidentes y es el aislamiento, que hace fundamental el poder comunicarse con la Guardia Civil, Salvamento Marítimo o incluso con otros barcos que puedan ayudar en situaciones de emergencia.

Los riesgos considerados en estas situaciones de emergencia serían:

  • Hundimientos (producidos por diversas causas, incluyendo las varadas y colisiones).
  • Hombre al agua (caídas por la borda).
  • Comunicación (se entiende por las dificultades existentes a la hora de comunicar algún incidente o problema, bien por la ausencia de equipos electrónicos, tales como VHF, o bien por el deterioro de los mismos).

2. Riesgos de trabajos en una embarcación

3. Riesgos de acceso a la embarcación

Las condiciones de acceso a las embarcaciones, en el caso de la pesca de bajura, no son generalmente tan seguras como debieran. Los accesos a los barcos amarrados en pantalanes ofrecen las mejores condiciones de seguridad, pero estas situaciones no siempre se producen, puesto que existen numerosos puertos pequeños que no tienen pantalanes o que cuentan con un número de plazas inferior al de las embarcaciones existentes. Así, en muchos casos, las embarcaciones se fondean en los puertos, utilizando los llamados muertos, o bien en playas y zonas protegidas. El acceso a estas embarcaciones requiere la utilización de gamelas o chalanas, generalmente movidas por remos, que hacen que esta operación se complique, sobre todo en aquellos días en que la mar no está en condiciones idóneas.

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