Sector pesquero
Embarcaciones y recursos
Flota Costera
Flota de artes menores o artesanal:
Flota de litoral:
La forman buques de entre 10 y 150 TRB (toneladas de registro bruto; medida que indica el volumen de una embarcación). Operan cerca de la costa gallega y en determinadas campañas de el litoral portugués y del Cantábrico. El hecho de que la pesca de litoral sea “al día” posibilita que los productos ofertados sean muy frescos, lo que no implica precios unitarios elevados, pues la variedad de especies capturadas es grande, ocurriendo lo mismo con los precios. El cerco es la segunda flota más numerosa de la bajura, con 148 barcos. Su permanencia en el mar no supera las 24 horas y suelen pescar lirio, jurel, caballa, boquerón y sardina. Cambados, Redondela, Portosín y Malpica son los principales puertos base de este segmento de la flota.
Flota de arrastre de litoral:
Se encuentra a medio camino entre la flota de altura y la de bajura. Se dedica a la captura de merluza, rape, rapante, jurel y cigala en las aguas del caladero del Cantábrico, desde Portugal a Francia. La forman unas 70 embarcaciones que tienen su base principalmente en los puertos de Burela, Celeiro, A Coruña, Ribera, Muros, Marín y Vigo.
Otro tipo de embarcaciones:
Completan la flota costera otro tipo de embarcaciones, menos numerosas pero igualmente importantes para algunos puertos. Así, faenan 28 embarcaciones de palangre de fondo, 4 con rascos y 28 pesqueros con volanta. La flota de palangre de superficie, de mayor porte, alterna el caladero nacional con el internacional y actualmente está formada por 52 barcos.
Marisqueo
Con el nombre genérico de “marisqueo” se engloba a la actividad consistente en la cría, captura y recogida de moluscos, crustáceos, tunicados, equinodermos y otros invertebrados marineros. Sin embargo, generalmente se considera marisqueo la actividad centrada en los moluscos bivalvos, entrando los otros grupos dentro de la denominación de recursos específicos.
Las actividades se realizan a pie o desde embarcación en la zona marítima o marítimo-terrestre utilizando de manera exclusiva artes selectivas para cada especie.
Esta actividad tiene una gran importancia social en Galicia, ya que de ella dependen los ingresos de alrededor de 3.800 personas. En el marisqueo a pie la mayor parte de los recolectores son mujeres, mientras que el marisqueo a flote (desde embarcación) es fundamentalmente masculino. Las especies fundamentales son almeja japónica, almeja fina, almeja babosa y berberecho. En el año 2014, el valor económico de los bivalvos descargados en las lonjas gallegas llegó a 53 millones de euros, correspondientes a casi 6.000 toneladas de producto subastados.
La explotación de los recursos específicos es una actividad de marisqueo que fue evolucionando hasta llegar a un sector consolidado y de gran importancia social y económica. Esto se refleja en el número de especies explotadas, en su producción que fue aumentando a lo largo del tiempo, en el elevado número de profesionales habilitados/as y cofradías implicadas, así como en el incremento de los planes de explotación aprobados por la Consellería del Mar.
En el caso del percebe, es preciso tener en cuenta que se trata de un recurso de difícil acceso, que se explota en rocas ubicadas en la zona marítimo-terrestre, a las que puede accederse a pie o a flote, según la modalidad, aunque en muchos casos sólo es posible acceder a flote. La situación se complica en caso de mal tiempo, por la dificultad de emplear la embarcación, de manera que el acceso de las personas tripulantes a las zonas de trabajo puede ser por tierra, permaneciendo la embarcación en el puerto.
Para el resto de recursos específicos, la recolección a pie se realiza con la habilitación obtenida para percebe mientras que la embarcación se utiliza como transporte para los recolectores submarinos, puesto que la recolección de erizo de mar, algas, navajas, etc, se realiza buceando, generalmente con suministro de aire desde superficie.
Cultivo de mejillón en bateas (miticultura)
La miticultura es la parte de la acuicultura dedicada al cultivo de mejillón, realizado en las rías gallegas en estructuras de madera denominadas bateas. Debemos destacar que Galicia es uno de los principales productores del mundo de mejillón, solamente superado por China, contando en 1.999 con un tejido empresarial formado por más de 2.000 empresas de tamaño variable. El 88% son empresas de carácter familiar, con una o, a lo sumo 2 bateas, y donde el trabajo es realizado fundamentalmente por el titular de la explotación con ayudas familiares a tiempo parcial. El 10% está constituido por empresas de tamaño medio entre 4 y 5 bateas y que en muchos casos emplean trabajo asalariado y revisten forma de S.L y S.A.. El restante 2% lo forman un número reducido de sociedades, que poseen una gran capacidad de producción (alguna alcanza las 80 bateas), con un mayor grado de organización y con, necesariamente, trabajo asalariado.